El proceso nunca termina...
El proceso nunca termina, aún terminada la
formación como sanadora.
La manera más sabia de
acompañar nuestro proceso, es soltando la resistencia y reconociendo la rosa que
en este momento me equilibra y me rescata, para utilizarla
El proceso del sanador es un camino que se vive según el nivel de comprensión y
la consciencia que se va desarrollando, al mismo tiempo que toca la energía de
las rosas y sus diversas manifestaciones según el color y el tema que le
corresponda.
A nivel personal y tocando solamente los aspectos más relevantes, me concientizo de aspectos familiares que no había podido ver, mucho menos entender, ni actuar en consecuencia. Siento que puedo actuar más desde la comprensión y claridad que del juicio, tanto conmigo como con las personas que me rodean.
Mi naturaleza cerebral ha empezado a ceder paso a mi intuición.
Me siento profundamente
agradecida con la vida tal como es, con La Madre, con las rosas y con Luis
Felipe.
Gracias.
LuzSanadora de la 9ª generación.
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