El Maratón, las Casas y los Elementos



Por ahí de 1995 -si no es que antes- fue sembrada en tierra fértil la semilla de la Sanación con Rosas. Crecieron raíces fuertes y profundas durante largo tiempo y sus brotes se vieron desde los primeros cursos donde se abordaban dos colores de rosas en un fin de semana, hasta la concreción del Curso de Formación de Sanadores con Rosas, de un año de duración.

Así surge la Casa Tonantzin el 19 de septiembre de 2003, como la madre que concibió, gestó y parió en sus instalaciones al Maratón de Tierra; para alimentarlo, nutrirlo y tomar en sus manos su educación, guía y crecimiento. El primer Maratón de Sanación con Rosas se llevó a cabo el 25 de abril del 2004

El tiempo pasa, el Maratón crece y se vuelve un niño juguetón, por lo que requiere de una nueva sede. Así, el 26 de febrero del 2006, la Casa Yi’Yoba acoge en sus instalaciones al Maratón de Fuego; para fortalecer, proteger y cuidar su desarrollo.

Bajo el cobijo del Maratón de Tierra y con el nacimiento del Maratón de Fuego, se activan los demás elementos dando paso a los primeros sanadores custodios de elemento. Todos juntos -en armonía y perfecto equilibrio- se encargan de cuidar el buen funcionamiento físico, emocional, mental y espiritual tanto de sus usuarios, como de sus sanadores y de las instalaciones que los albergan.

El niño continuó creciendo y requirió de un nuevo espacio; es así que el 27 de mayo del 2007 la Casa Y’endho acoge al Maratón de Agua, para permitir que las emociones fluyan y se encaucen, reconocer y validar su identidad, su diversidad y sus necesidades específicas.

Actualmente podemos decir que la adolescencia del Maratón quedó atrás. Hoy el joven y aventurero adulto busca libertad y expansión; por lo que el 24 de octubre del 2010, surge el Maratón de Aire, también conocido como Maratón Itinerante. Sin contar con una casa fija que lo albergue, el Maratón de aire busca un lugar diferente cada mes, para poder cumplir con el motivo de su existencia: El servicio comunitario.

Con la apertura de nuestra casa ambulante, completamos el ciclo de cuatro elementos sede, protegidos cada uno por los custodios de elemento.

Hoy es momento de reconocer, honrar y agradecer la participación amorosa, comprometida y responsable de todos y cada uno de los sanadores que han custodiado la energía de los elementos en cada casa, a los sanadores que asisten a realizar su servicio y a las personas que vienen a recibir sanación, a lo largo de estos más de siete años de Maratón.

Mi gratitud y mi corazón están con cada custodio de elemento, con cada sanador que ha contribuido al crecimiento de este maravilloso SER que todos hemos formado:
EL MARATÓN DE SANACIÓN CON ROSAS.

- El Servicio Comunitario

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